Operativo
  • Juliana Jiménez Tabares, M.D.
    Medicina Interna
    Universidad CES

    Realizó el curso PRIM B en febrero de 2013.
    Realmente es muy complejo expresar con palabras un sentimiento tan valioso y profundo, sin embargo intentaré hacerlo de forma tal que me permita describir en orden de circunstancias lo que realmente significa Consultores en Educación Médica, sin más pretensión que agradecer a cada persona grandiosa y especial que me acercó a la institución, por lo tanto la gratitud que manifiesta este mensaje es desde mi posición como la estudiante y funcionaría que fui en tan inspiradora institución.

Debo reconocer que cuando la primera persona que me habló de repasar la “medicina”, ( “mis conceptos empolvados que yacían efímeramente de mi vida universitaria”) estuve bastante escéptica, no comprendía como podía estudiar de forma práctica y efectiva a través de unos cursos lo que me había costado toda una carrera con lo que ésta implica; sin embargo por esos sentimientos de curiosidad y seguramente con la esperanza de poder crecer académicamente en un mundo de competencia intelectual cada vez mayor, y confiando en el excelente criterio de quien me animó, me dejé llevar y compré el curso por internet desde la ciudad de Pereira para realizarlo en la ciudad de Bogotá.

Desde el primer contacto visual, con la institución admiré lo que parecía una estrategia educativa muy bien pensada y montada para los médicos generales del país, pero cuando observé, escuché, comprendí y sentí el mensaje inicial del tan esperado curso y de ahí en adelante los conceptos del conocimiento médico ofrecidos por esta grandiosa pedagogía, de forma tan desnuda, limpia, presentada desde sus raíces, expresada de la forma más lógica posible, intacta, sin vicios de protocolos, sin adornos de la experiencia clínica trajinada de pasillo y de consultorio desgastada por el tiempo, simplemente ávida de enseñar, de generar aprendizaje, de abrir camino para la interpretación analítica del conocimiento honesto y real que cada médico debe custodiar juiciosamente para su enfoque teórico y práctica clínica, realmente me sentí maravillada, complacida, feliz, apasionada por estar tan cerca por primera vez de una seria, respetable y bonita forma de reaprender lo que supuestamente ya había aprendido en mi recorrido académico universitario y empírico y que hasta el momento me gratificaba en mi quehacer profesional y me permitía ganarme la vida, pero no me había acercado a las puertas de mi residencia.

Lo que sigue después de esa experiencia inicial es el deseo por conocer cada vez más lo que me ofrecía académicamente Consultores en Educación Médica, atesorarlo en un cuaderno para llevarlo a mi casa y digerirlo la mayor cantidad de veces posible, además del imperioso deseo de agradecerle a esa persona que se había tomado tan enserio vivir el conocimiento y proyectarlo tan amable y disciplinadamente a sus colegas, así que necesité dar las gracias por el respeto de ofrecer un producto académico no comparado con otros, por haber pagado con dinero, con tiempo, con esperanza de acercarme a mis metas por dos cursos que trascendían al arte de la medicina y que partieron mi vida en dos un antes como médico general agradecida y feliz y un ahora como residente más agradecida y más feliz.

De lo que sigue de este camino y lo que recuerdo con especial cariño y admiración es haber conocido a un personaje fundamental para la institución, que desde su impecable atención a los estudiantes, me hacía agradable y acogedora las madrugadas lejos de mi casa, esa persona que me llevo en el corazón por su amable, especial y honesta esencia es la señora Nancy Quiroga, administradora de oficina y apoyo académico sede Bogotá, a quien además de agradecer por su existencia, quiero agradecer por haberme abierto una puerta más en Consultores en Educación Médica, una puerta para que pudiéramos pasar a seguir aprendiendo no solamente yo sino también mis amigos y colegas del eje cafetero, porque fue la señora Nancy Quiroga quien gestionó mi encuentro con el Dr. Abel Alejandro Bermeo Guzmán, quien permitió y quien hizo posible que naciera la sede de Pereira.

Muchas gracias Dr. Bermeo por hacer realidad este sueño de crear a Consultores en Educación Médica para todos los médicos generales del país, gracias porque su discurso trasciende, porque nos muestra que se puede hacer realidad, crecer ayudando a crecer a otros, porque hace país, cultivando especialistas, porque nos da mensajes de humanidad dignificado la ciencias médicas, pero sobre todo porque el primer día que lo conocí me enseñó que para los sueños como mucho se lo transmití a mis colegas y amigos, no hay plan B ni mucho menos C, los sueños deben ser tan grandes como montañas gigantes que no se pierdan de vista en el camino arduo y agitado, por enseñarme y recordarme que debía seguir adelante luchando por el cupo en la universidad que hacia parte de mis sueños; gracias a su esposa, la Dra. Andrea León Cárdenas por acompañarlo en ese camino, fortaleciéndolo, por complementar sus enseñanzas, por animarme con su experiencia, por orientarme académicamente y en funciones de gestión administrativa pero sobre todo por su valiosa amistad.

Gracias a la familia, a la empresa a la institución, por ser mis compañeros, mis amigos, mis guías, mis maestros, gracias a Carolina Villamizar, a Diego Navas ingenieros de la empresa, quienes me acompañaron en el camino del proyecto Pereira- Medellín y me fortalecieron con sus enseñanzas profesionales y de vida; gracias a Lina Marcela Pérez, a Sandra Portilla mis compañeras sede Medellín, quienes también me enseñaron demasiado y me hicieron crecer con sus ocurrencias, aciertos y sonrisas; al señor Oscar Guerrero quien me orientó y acompañó laboralmente desde mis funciones administrativas, gracias a la señora Guadalupe Guzmán por sus aportes y amables saludos, gracias a Mario Santa Luna por sus enseñanzas desde su conocimiento como ingeniero industrial, gracias a Alejandra Acosta Herrera sede Pereira, por su compañerismo y amistad, en general gracias a todos, por sus colores de vida, por haberme permitido ser compañera, amiga, estudiante, por fortalecerme en el camino, por apoyarme en mis ideas, corregirme en mis desaciertos y errores y por acercarme a mis metas, como una mejor persona, ahora como Residente de primer año de Medicina Interna, en la Universidad CES.

Gracias a mis colegas y amigos de Pereira, Armenia, Manizales, Medellín y a todos a quienes conocí en mi trayectoria en la institución, por creer en la institución, por hacer parte activa y viva de este gran proyecto que respeta y anima a los médicos, estudiantes de medicina, docentes de medicina a avanzar en el camino, a cultivar ciencia y humanidad para nuestros pacientes y nuestro país.

A los que no conocen la institución y a los que llegarán, recuerden que tienen todo, las mejores herramientas en su corazón si así lo quieren y en Consultores en Educación Médica si así lo aprovechan, solo manos a la obra en concentración, disciplina, constancia, lo demás llegará a su tiempo y por añadidura en compensación a creer y ser en el conocimiento verdaderamente cultivado.

Siento que esta descripción de lo que me inspira la institución Consultores en Educación Médica y del recorrido personal por ésta historia, sea tan romántico y extenso, pero no podría ser de otra manera a la luz de un gestor que ha invertido su vida, sus fuerzas, sus sueños más verdaderos en una causa noble, el Dr. y maestro Abel Alejandro Bermeo Guzmán y a la luz de personas como yo que queremos crecer intelectualmente en un medio tan viciado y enfermo por el sistema educativo convencional nacional y quienes hemos hecho de esta gran oportunidad de estudio de Consultores en Educación Médica, una oportunidad de vida, un antes como estudiantes y médicos generales y un ahora como estudiantes con miras a ser especialistas para seguir contribuyendo en hacer país con mejores calidades en la producción de conocimiento médico, siguiendo los pasos del Dr. Bermeo y generando atención al paciente de forma digna y humana.

     

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